PLAN EÓLICO VALENCIANO: EL ACUERDO DE LA VERGÜENZA
A cualquier lector interesado, no le habrá pasado desapercibida la campaña de fomento de la energía del viento que se viene desarrollando en nuestra Comunidad desde la publicación del Plan Eólico Valenciano en 2001. Plan que supone en resumidas cuentas, la posibilidad para que entre otros, capitalistas de la energía, del hormigón y la cerámica, estas últimas industrias altamente dañinas al medio ambiente, puedan revertir las inversiones y lavar la cara en el negocio “limpio” del viento, compensando las posibles pérdidas debido a las multas por emisión de toneladas a la atmósfera de Co2 que lleva implícita cualquier actividad minera o fruto de la transformación de la misma.
El rico pastel del Plan Eólico, troceado en apetitosas porciones para magnates de los negocios, tenía que ser servido forzosamente a la población, con una premisa fundamental: salvaguardar a toda costa, y valga la expresión, el turismo de nuestras playas, por la importancia que tiene dicho sector en la economía de nuestra Comunidad.
Y con esta máxima, se inicia el proceso que ha seguido cuatro pasos principalmente.Banyeres de Mariola, recreación del futuro impacto paisajístico. Primero: La redacción de un texto que deja claro que el Plan Eólico Valenciano es un Instrumento de Planeamiento Urbanístico regulado por la Ley de Territorio (por encima incluso de los planes de protección de Ayuntamientos)
Segundo: se otorga a esta actividad industrial de interés lucrativo y privado el sello de utilidad pública, incluyendo así tanto la servidumbre de paso como la posibilidad de expropiación forzosa de terrenos afectados)
Tercero: sin realizar ni una sola medición de viento, se procede diseccionar la Comunidad Valenciana en dos mitades, litoral e interior, dejando a esta segunda como la única susceptible de albergar los más de 2700 aerogeneradores previstos.
Y por último, el cuarto paso, que se define como la mayor campaña de desinformación e insensibilización ambiental, dirigida a la población valenciana, cuyo principal objetivo es magnificar los beneficios de las Centrales Eólicas, obviando, eludiendo, desoyendo e incluso, tergiversando toda las opiniones que apuntan a una implantación racional de este recurso en nuestras comarcas.
Mientras técnicos de Red Eléctrica Española y el mismo Ministerio de Industria se muestran especialmente críticos con la energía eólica, los responsables del Consell están contribuyendo a la pérdida del sentido común y la más estricta inoperancia cuando pretenden que criterios políticos estén por encima de las mismas leyes de la física, con la finalidad de beneficiar a unos cuantos magnates de los negocios.
Hace unos días se firmaba el acuerdo de la vergüenza. El mismo Presidente de la Generalitat, junto a máximos representantes de una sociedad ya disuelta, la denominada GUADALAVIAR CONSORCIO EÓLICO ÁLABE-ENERFÍN, S.A. cuyo capital estaba al 50 % entre Acciona y Elecnor, suscribían un compromiso de repartición de megavatios a instalar entre las zonas 4,10,12 y 15, sin retomar nuevo concurso público o posibilitar acceso a cualquier otro tipo de promotores.
Y es que el Plan Eólico es similar a un rico pastel, sólo que las porciones frescas de dicho manjar se han ido pasando y deteriorando. El festín que se prometía en 2003, ha quedado en agua de borrajas debido al fuerte rechazo social y a la pésima gestión desde la Generalitat Valenciana que no ha llevado los proyectos ni en el tiempo ni en las formas previstas. Los mayores inversores que pagaron en su día grandes cantidades, temen ahora perder sus negocios por una posible modificación de sillones ante las elecciones autonómicas. Por esta razón piden un compromiso escrito al máximo responsable del Consell, el Sr. Camps, el cual pierde su voz con alegatos conservacionistas, cuando desde Europa vuelve a recibir varapalo por la precaria gestión que realiza en aras al medio ambiente.
La Plataforma Cívica de la zona 15, que afecta a los municipios de de Bañeres de Mariola, Biar, Castalla, Onil, Petrer y Sax, ha denunciado que los datos de viento facilitados por parte de la empresa promotora ya desaparecida, GUADALAVIAR CONSORCIO EÓLICO ÁLABE-ENERFIN han sido falseados. Su origen es inexistente. Son fruto de una mera invención que por supuesto no es creíble ni demostrable. En otras palabras, no hay tal estudio de viento que justifique la construcción de 6 centrales eólicas en nuestras sierras. Ni ha habido oficialmente contestación a las 15.000 alegaciones presentadas ante la Consellería (donde se incluyen la de la totalidad de los Ayuntamientos afectados) Ni por supuesto atención a los requerimientos repetidos del Síndic de Greuges para aclarar estas graves deficiencias técnicas en los planes especiales de zona. En igual situación se encuentran los vecinos de la zona 14 que luchan para que no se arruinen los paisajes de poblaciones tan preciosas como Gorga, Famorca, Balones, Benillup, Tollos, etc..
Por desgracia han vuelto a ser ciertos políticos de turno quienes han llenado los titulares con una sarta de mentiras e imprecisiones, que bloquean los principales argumentos técnicos para un desarrollo sostenible, y dejan en indefensión a una mayoría en pro de unos cuantos magnates de los negocios a los cuales se les prometió a mediados de 2001 el festín de ayudas y recortes fiscales que generan las eólicas. Pastel que ya empieza a estar pasado y que esperemos se le atragante en el futuro a más de uno. Nuestros Ayuntamientos junto a los vecinos harán lo posible para que así sea. Eólicas nunca en contra de la voluntad del pueblo.
Fdo,; Fernando Moles Vicario
Portavoz Plataforma Cívica Zona 15
Tenéis enlace a la WEB de la zona 15 en la barra lateral derecha. ENLACES EÓLICOS.
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