1.10.07

EL MANIFIESTO DARMSTÄDTER




El 1 de septiembre de 1998 un grupo de 95 catedráticos, profesores y escritores presentaron en rueda de prensa en Bonn, Alemania, el "Manifiesto Darmstädter" para llamar la atención de la sociedad sobre la falsa bondad ecológica de la energía eólica que estaba acabando con el paisaje, con la salud de los que vivían cerca y con su fauna. Es un documento largo, pero muy clarificador, repalda con argumentos científicos la realidad de una energía que no tiene nada de ecológica, sustentada por la valía de sus firmantes a los que no podrán tachar de iletrados contrarios al desarrollo sostenible.



"Nuestro país Alemania esta a punto de perder algo muy valioso. El desarrollo del uso industrial de la energía eólica tomó, hace pocos años, una dinámica que ahora nos provoca una gran preocupación. Se está subvencionando una tecnología sin analizar la efectividad o las consecuencias que acarrea con suficiente profundidad.

Se admite que un paisaje formado durante siglos, e incluso regiones enteras, estén siendo transformadas por esta industria. Los aerogeneradores, con una altura de hasta 120m, son visibles desde muchos kilómetros, ecológica y económicamente son inútiles, destruyen no solo las características paisajísticas de valiosas zonas naturales y de recreo, sino que también estropean de forma radical las siluetas de nuestras ciudades y pueblos. Cada vez más, las personas deben sufrir la insoportable cercanía de maquinas con dimensiones abrumadoras. Los niños crecen en un mundo, donde los paisajes naturales se convierten en lamentables restos de lo que había antes.

La crisis del precio de petróleo en los años 70, demostró evidentemente en que medida los países industrializados dependen del suministro asegurado de energía. Por primera vez el público en general se dio cuenta de que los recursos energéticos de la tierra son limitados y que se agotaran en un futuro no muy lejano si el consumo continúa de forma desenfrenada. Se percibió la relación que hay entre los daños que sufre el medio ambiente con la generación y el consumo de la energía.

La muerte de los bosques, el accidente nuclear en Txernobil, la hipoteca provocada por las crecientes cantidades de residuos radioactivos, las amenazas de una catástrofe climática producida por emisiones de dióxido de carbono son paradigmas de un creciente potencial amenazador que se fijaba en la conciencia pública.

Pero el verdadero problema consiste en el desmesurado crecimiento de la población mundial que provocaba un aumento exponencial del consumo de tierras cultivables y de los recursos hídricos, estos se percibían como un problema secundario. Salvo pocas excepciones, hoy en día esto no se percibe como un tema de gestión política. Por contra el interés público esta más limitado; se enfoca menos en el exceso del consumo energético y por tanto se concentra la problemática por la generación de la electricidad.

Sin duda alguna, existen riesgos en la generación de electricidad atómica, pero en el balance de energías primarias, la energía eléctrica eólica juega solo un papel secundario. En Alemania tres cuartas parte del consumo energético vienen del petróleo y gas. Pero estas dos fuentes de energía, se van a agotar en un plazo de tiempo muy corto. Si de verdad nos preocupáramos de las generaciones venideras, seria necesario hacer una gestión inmediata y decidida para la protección de los recursos del petróleo y del gas natural.



En su lugar, el consumo de gasolina sigue siendo alto, y la idea de no dejar nada para nuestros bisnietos se impone escudándonos en la vaga suposición de que algún día se conseguirá una sustitución alternativa para los carburantes fósiles. Por contra la hulla y el lignito, las principales energías primarias para la generación de energía eléctrica, en todo el mundo, se encuentran en abundancia por lo que la generación de electricidad en base a estas -incluso con consumos crecientes - esta asegurado durante siglos. Probablemente incluso para más de un milenio.

Con respecto al agotamiento de los recursos energéticos fósiles, el desarrollo de la generación de electricidad a través de la energía eólica pasa por alto una parte importante del problema. Aunque Alemania ha llegado a una posición avanzada en la implantación de la energía eólica, con ella no se podrá sustituir ninguna central nuclear ni ninguna de las de carbón. Ni aun en el futuro con un previsible aumento de plantas eólicas no se podría conseguir.



Por condiciones meteorológicas la generación de electricidad por plantas eólicas es muy irregular, pero la oferta de electricidad tiene que adaptarse en cada momento al consumo. Por esta razón las centrales convencionales térmicas no pueden ser sustituidas por parques eólicos.

Tampoco se presta la suficiente atención a los cambios en las balanzas de los productos contaminantes. Mientras hace pocos años por el insuficiente filtrado de las centrales térmicas predominaron emisiones de dióxido de azufre, hoy en día es el tráfico viario el que destruye los ecosistemas de los bosques con la lluvia ácida.

Además, con los avances conseguidos en la tecnología de las centrales térmicas se han subido los rendimientos técnicos y han bajado las emisiones de partículas contaminantes por unidad energética. Esto vale también para las emisiones del dióxido de carbono, consiguiendo que hoy día en Alemania solamente un 20 % de los gases de efecto invernadero viénen de la producción eléctrica.

La concentración energética del viento es relativamente baja. Los aerogeneradores modernos con una área del hélice del tamaño de un estadio de fútbol producen solamente una pequeñisima fracción de la energía que se produciría en una central térmica convencional. Por eso en Alemania que cuenta hoy día con mas de 5000 aerogeneradores, solo logra producir por médios eólicos menos del 1% de la electricidad total consumida. Se evitan solo entre el 1 y el 2 por mil de los gases con efecto invernadero con la producción actual eólica.

El resultado es que tanto en el balance energético como en el de la contaminación y en el de la producción de gases de efecto invernadero la energía eólica carece de importancia. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el crecimiento económico conlleva siempre una cierta subida de la demanda energética a pesar de los esfuerzos que se hacen para la mejora del rendimiento técnico de los procesos de transformación y consumo de energía.

Con su pequeña participación en el balance energético, la energía eólica esta inmersa en una carrera perdida de antemano, desde el punto de vista de una economía orientada hacía la expansión: En Alemania hoy día el consumo energético final crece 70 veces mas rápido que la producción de energía por aerogeneradores.

Por un lado se valora demasiado el potencial del uso de la energía eólica, pero por otor lado no valoran bien respecto a sus consecuencias negativas consistentes en la pérdida de valor inmobiliario, en la reducción de la calidad de vida - no solo en las cercanías de los generadores sino también en las zona llanas próximas al norte de Alemania. Cada vez hay más gente que describe su calidad de vida como insoportable cuando están expuestos directamente al impacto acústico y óptico de los aerogeneradores. Esto se traduce, yambién, en la pérdida de días laborables por enfermedad e incluso en la incapacidades permanentes. Aumentan las quejas sobre síntomas como alteraciones del ritmo cardiaco y estados de ansiedad causados por el impacto de los infrasonidos. El mundo animal padece también por esta tecnología, las aves son expulsadas de sus zonas de reproducción, de descanso y de alimentación.

Desde el punto de vista político-económico el desarrollo de la energía eólica es todo lo contrario a una "historia exitosa" como muchas veces se pretende argumentar. Al contrario, es una carga político-económica, porque todavía no es rentable por sus altos costes de inversión y sus bajos rendimientos energéticos. Sin embargo gracias al marco legal favorable se consigue que la inversión de capitales públicos y privados obtenga importantes beneficios. Estos capitales no reparan en la necesidad de que serán necesarias posteriores inversiones para la de protección del medio ambiente afectado sino que también tendremos que compensar las pérdidas de puestos de trabajo en otros ámbitos porductivos, como el turístico.

Solo gracias a un precio por kW/h de la electricidad eólica subvencionado por el estado los inversores pueden obtener sus extraordinarios beneficios. La política alemana sufre desde hace mas de 20 años la obligación y el deber reaccionar a urgentes problemas ambientales y de suministro de energía sin ser capaz de comprender el falso valor de la energía eólica. Se deja llevar por una opinión pública convencida de que el uso de la energía eólica es una solución completa gracias a sus supuestas bondades capaces de mantener un ambiente limpio, de aportar un futuro suministro de energía segura, así como su contribución para evitar una catástrofe climática y de poder prevenir riesgos nucleares. La aceptación general del uso de la energía eólica, como consecuencia de esta falsa creencia, da lugar a una intensificación del consumo energético al no percibirse la necesidad de ahorrar al estar consumiendo un producto ecológico.

Las graves consecuencias que la industria eólica tiene en nuestro país se aparcan a un lado, los resultados científicos se ignoran, y la critica se tamiza. Solamente unos pocos son capaces de sustraerse a las tendencias político-sociales imperantes. Incluso las grandes asociaciones ecologistas, que según sus estatutos deberían dedicarse a la protección de los paisajes, están observando la destrucción de ellos con los brazos cruzados, a pesar de haber peleado, con gran entusiasmo, por su conservación durante décadas.

De esta manera una política orientada al éxito a corto plazo, junto a los intereses de grandes corporaciones eléctricas sin escrúpulos consiguieron la implantación de los parques eólicos. Debido a las enmiendas de las leyes de planificación de obras civiles y de la protección de la naturaleza nuestros paisajes están casi dramáticamente entregados al uso de la energía eólica y para conseguir grandes beneficios al capital inversor. Al mismo tiempo se está consiguiendo que los ciudadanos que viven cerca queden expuestos esta tecnología inhumana, alterando su derecho a elegir el diseño de su propio entorno de vida, que está garantizado en la constitución.

Después de que todos los esfuerzos por influir a los políticos hayan fracasado, los firmantes de este manifiesto no ven otra alternativa que la de presentarlo al publico. En vista de los graves daños que amenazan nuestros paisajes, formados a través de un largo proceso histórico y que han dando su propia identidad cultural a los pueblos, hacemos un llamamiento para poner fin a la construcción de mas aerogeneradores que son ecológica y económicamente absurdos.

Exigimos que se retiren todas las subvenciones directas e indirectas a esta tecnología En lugar de eso se deberían invertir considerables fondos públicos en investigaciones básicas para los desarrollos de técnicas más eficientes, que ofrezcan verdaderas soluciones para una generación de electricidad persistente y compatible con el medio ambiente.

Prevenimos urgentemente contra el fomento de una técnica que a largo plazo puede dañar las relaciones entre el hombre y la naturaleza.

Nuestra preocupación se dirige a un lento e imperceptible cambio que va destruyendo poco a poco la capacidad humana para reconocer, la gran importancia que tiene para nosotros un ambiente dominado por la naturaleza.

Lista de firmantes;

Botho Strauß (Schriftsteller)
Dr. Christoph Konrad (MdEP-Europäisches Parlament)
Dr. h. c. Horst Stern (Fernsehjournalist, Ökologe) y 92 firmantes más...

1 comentario:

Luna Agua dijo...

Interesante manifiesto.
Acá en Chile este tipo de energía recién prende y aparece como una opción verde y limpia que hace parecer nuestra conciencia ambientalista como justa y acorde a el respeto por el medio ambiente.
Despuçes de la lectura de este post es entonces cobra más importancia el que en mi comuna algunos/as estemos en contra de la energía eólica. Nuestro primer argumento es que un proyecto eólico se creará desde febrero del 2008, en medio de un Santuario de la Naturaleza y el cual muestra un estudio de impacto ambiental tan perfecto, que ni siquiera dañará en forma importante con emisiones de PM10.
EN MEDIO DE UN SANTUARIO DE LA NATURALEZA. La razón es que argumentan que no tienen medios y recursos para sostener el santuario, por lo cual arriendan entonces por 20 años una parte de las 552 hectáreas que conforman la zona mejor conservada del Santuario de la Naturaleza Península de Hualpén, único Santuario de la Provincia de Concepción, declarado como tal por el Decreto Nº 556 del 18 de junio de 1976 del Ministerio de Educación de Chile. Serán
10 Aerogeneradores con una potencia instalada de 20 MW. Cada Aerogenerador mide 107 metros, considerando la torre (67 metros) y las aspas (40 metros).

Ahora dando lectura a este post, me pregunto ¿En cuánto constribuirá 10 torres de de 20 MW cada una a la ciudad? ¿Es rentable tomando en cuenta el costo total del proyecto de US$26.000.000.- ?
Tendremos que vender un santuario natural, su riqueza, su paisaje único y natural que va quedando para emplazar un proyecto privado que no se sabe a quienes va ni que se ganará con eso????
¿quiénes son los que ganan realmente??????

Seguiré leyéndolos y espero puedan hacerme llegar toda información que tenga que ver con lo eólico. Esto es totalmente nuevo para un país como Chile, pero no para algunas manos que creo se están lucrando con un proyecto que solo muestra molinos "hermosos" según los defensores y con energía limpia. Algo sucio está surgiendo en medio del Santuario de Hualpen.

http://lunaagua.blogspot.com/2007/10/santuario-de-la-naturaleza-hualpn-blog.html

Saludos